Published On: Dom, Dic 13th, 2020

Ecologistas denuncian en Collado Villalba la falta de respuesta ante la emergencia climática

Denuncian el lavado verde de la industria fósil y la falta de ambición de las instituciones para frenar la crisis ecosocial

Coincidiendo con el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París, un pequeño grupo de activistas se ha concentrado ante la sede de Iberdrola clientes en Collado Villalba, para reclamar más ambición y acción para frenar la crisis ecosocial, denunciando el lavado verde que realizan empresas e instituciones.

Este domingo 13 de diciembre de 2020, Ecologistas en Acción Sierras se ha sumado a la convocatoria internacional, desarrollada en España con más de 50 acciones por las organizaciones intergradas en plataforma 2020 Rebelión por el Clima para denunciar a gobiernos y empresas por su negligencia climática.

Seis personas han escenificado delante de la sede de Iberdrola Clientes en Collado Villalba el lavado verde que desarrolla esta empresa que se muestra como comprometida con la sostenibilidad al haber cerrado centrales térmicas de carbón, pero que sigue impulsando centrales de cogeneración basadas en la quema de combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero como el gas. Los activistas. que portaban carteles en los que se leía “Ibertrola” o “2050: 0 CO2 Demasiado tarde”, denuncian que Iberdrola ha anunciado que se suma a costosos proyectos de promoción del hidrógeno que ignoran que la necesaria transición energética basada en la descarbonización requiere de un decrecimiento del consumo energético actual unido a la descentralización de su producción.

Desde Ecologistas en Acción señalan que después de cinco años desde la firma del Acuerdo de París los gobiernos e instituciones han fallado a la hora de implementar las medidas necesarias para mantener un incremento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC. Esta realidad no es ajena al Gobierno español. A pesar de que en 2019 la comunidad internacional y científica advirtió de la necesidad de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un orden superior al 7,6% anual, el Estado español se queda muy lejos de esta cifra. En lugar de apostar por una meta de reducción de emisiones superior al 55% en 2030 con respecto a 1990 -en la línea de las indicaciones científicas- la propuesta legislativa se limita a una escasa reducción del 20%.

Por ello los convocantes advierten de que si seguimos delegando la toma de acciones en los gobiernos, la crisis climática será incontrolable en los próximos años y provocará una degradación sin precedentes en las condiciones de vida de toda la población, especialmente en las personas más empobrecidas de los países del Sur. Los gobiernos han cedido a las presiones de la industria fósil, anteponiendo los intereses lucrativos de esta al bienestar de la ciudadanía. Hoy, en el contexto pandemia global, esas mismas empresas intentan absorber los fondos destinados a la recuperación económica ante la crisis generada por la COVID, sin ningún tipo de compromiso climático, ambiental o social.

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