El Escorial: un año para los que más tienen
Por Pablo Orueta
Hace unos días, los compañeros de Adelante Sierra me pidieron que escribiese un artículo sobre lo ocurrido en el primer año de mandato en El Escorial. Aunque debo centrarme en cuestiones locales, quisiera también escribir unas pequeñas líneas sobre lo ocurrido a nivel nacional, porque mi pueblo no es una isla en mitad del océano Pacífico y lo que ocurre en clave nacional y autonómica tiene su importancia en nuestro El Escorial.
Antonio Maíllo, nuevo coordinador de Izquierda Unida, anunciaba que el ciclo comenzado a raíz del 15M había finalizado después de las elecciones europeas. Pero el hecho es que este fin de ciclo era como el libro de Gabo, Crónica de una muerte anunciada. La salida de Podemos de Sumar, su ausencia en el reparto carteras ministeriales, el no conseguir representación en algunas grandes ciudades estatales o en parlamentos autonómicos tan importantes como el madrileño, donde posiblemente tengamos que enfrentarnos a la derecha más extrema del Estado, han puesto punto final a un ciclo con el que algunos empezamos a dar nuestros primeros pasos en política.
En este escenario es en el que debemos movernos, sin hacernos trampas al solitario. Puede que nuestro trabajo sea muy mejorable, pero me cuesta encontrar un momento en el que la relación entre Podemos e Izquierda Unida en El Escorial haya sido mejor. El trabajo de mis compañeras es increíble y el apoyo que muestran es total. Por ello, quiero pedir abiertamente a las direcciones de ambas organizaciones que busquen y encuentren las fórmulas para volver a ir juntos de la mano en todos los espacios, porque el camino es el mismo: mejorar la vida de la gente trabajadora. En El Escorial hemos podido, por ello tengo claro que se puede buscar este objetivo. Cuidemos el lenguaje, los hechos y tengamos respeto por nuestros compañeros. Lo pido por favor.
La realidad de El Escorial es muy similar a la de otros pueblos de la comarca. El Partido Popular cuenta con una mayoría absoluta de nueve concejales de un total de 17, lo que significa que en este caso no necesita pactar ni con VOX, que tiene 2 ediles. El PSOE cuenta con dos concejales, después de la salida de una tercera concejala al grupo de no adscritos. Además, hay un concejal de Unidas El Escorial, una concejala de Más Madrid y una concejala de la agrupación de electores, sumando un total de 11 concejales de derechas frente a 6 de izquierdas. Esta mayoría absoluta ha permitido al Partido Popular avanzar sin obstáculos y poner en marcha su programa.
Un gobierno que desde el primer momento dejó claro que este pueblo no era para todos. El 28 de junio de 2023 no pudimos ver izada la bandera LGTBIQ+, algo que sí había sucedido con el gobierno de coalición. A los pocos días también presenciamos la eliminación de la bandera arcoíris del suelo. Esperemos que la tónica de este año sea diferente.
Por si esto no fuera suficiente retroceso al pasado, el gobierno ha decidido volver a promover los festejos taurinos, con un coste de 55.000€ para las arcas municipales, regalando las entradas y dejando patente que dicha «festividad» está fuera de los intereses de la mayoría de la gente. Algo similar ocurrió en Navidad, cuando se decidió traer renos al municipio. En lugar de invertir dinero en maltrato animal, el gobierno del PP podría emplear esos recursos en arreglar el anfiteatro de La Manguilla, porque el teatro si es cultura y no tortura.
Si echamos la vista atrás a las recientes fiestas, estas han sido más destacadas por la eliminación del Fiasgu, característico de nuestro pueblo, y por la falta de publicidad en el sorteo de las barras. Estas fiestas han implicado un alto coste económico, resultando irónico si tenemos en cuenta que el Partido Popular criticó duramente este gasto cuando estaba en la oposición.
Aunque nuestra Constitución deja muy claro en su artículo 16 la aconfesionalidad del Estado, hemos visto cómo esto no se cumple en El Escorial, donde se han promovido todo tipo de fiestas católicas, siendo un claro perjuicio para el resto de los vecinos que no comulgan con esta religión o con ninguna otra.
Hemos asistido también a una nueva modificación de IBI, donde se beneficia aquellas familias con rentas más altas, llegando a equiparar vivienda de 90.000 euros con viviendas de 900.000, algo que solo favorece aquellos que más tienen.
En materia educativa, presenciamos el premio ‘Excelencia’, o como lo llama el gobierno, ‘Beca Excelencia’, que consiste en premiar a quienes tienen las mejores notas, sin importar su situación socioeconómica. Esto agrava aún más la brecha entre aquellos que tienen más recursos y los que no. No nos sorprende que sea la misma línea que promovió la señora Ayuso al favorecer la educación concertada en lugar de la pública.
También me gustaría hablar del servicio de recogida de basuras, cada vez más deficiente, en el que no se cubren las bajas de larga duración, diezmando a una plantilla de trabajadores que tiene que atender a más vecinos, especialmente en las épocas estivales.
Después de un año de gobierno del Partido Popular podemos decir que hemos vuelto a un pasado triste, en el que se beneficia a quienes más tienen, donde la iglesia entra en el ayuntamiento echando aquellos que no profesan, donde se tortura animales y se pierden servicios por falta de personal con el fin último de la privatización.
Pablo Orueta es concejal en El Escorial por el grupo Unidas El Escorial
