Ayer por la tarde recibí una de las noticias más terribles que se puede recibir: la muerte de un amigo. Pero no solo ha sido terrible para mi, sino en general para el activismo político de la Sierra del Guadarrama, ya que nuestro compañero, Ángel Álvarez – Escarpizo nos había dejado.

Ángel, vivió toda su vida luchando por las causas justas desde la Sierra del Guadarrama, hasta cualquier otro lugar donde se le necesitara. Sindicalista de Comisiones Obreras, militante de Izquierda Unida y activista de la Marea Verde y mucho antes de cualquier plataforma por la educación pública. Ángel ha sido un verdadero compañero y amigo, un referente de todas las luchas que se han producido en la Sierra durante los últimos años.

Era un profesor comprometido, desarrolló buena parte de su carrera docente en un colegio en el barrio de El Gorronal de Collado Villalba, una de las zonas con más desigualdad de esta ciudad. Pasear con él por ese barrio era ver como niñas y niños a los que había enseñado, y que muchos habían ya eran mayores, le paraban por la calle y le demostraban su cariño. Porque era una de sus virtudes, tenia una capacidad de entender las relaciones desde el respeto, el cariño y la importancia del colectivo frente a la individualidad.

Tenía un gran compromiso social. He compartido con él muchas luchas en la Sierra; luchas por construir unidad en las calles y en lo electoral; por defender los servicios públicos como la Educación o la Sanidad; movilizaciones contra las guerras; organizando las Marchas de la Dignidad, las sahauruis, o las Marchas Mineras; acompañándonos en los piquetes informativos en cada huelga general; también en la defensa de los espacios de autogestión, en los conflictos laborales, en la paralización de desahucios o en contra de cualquier injusticia. Y en cada cita electoral o movilización importante, hacíamos largas rutas por los pueblos de la Sierra para pegar carteles.
Cada vez que se hacia algo en la Sierra, allí estaba Ángel además con su gran capacidad pedagógica en cada uno de sus argumentos.

La militancia política trae muchos quebraderos de cabeza pero si para mi la palabra “militancia” es una palabra bella es gracias a haber conocido y aprendido tanto de Ángel, sin duda un compañero y amigo irrepetible.

La Sierra del Guadarrama lleva horas llorando, pero debemos de aprender el ejemplo de Ángel, de su optimismo, de su capacidad de lucha, de coherencia y de como cuidarnos entre nosotras.

Nosotros seguiremos en la lucha y con ejemplos como el de Ángel solo podremos vencer, porque su legado es irrepetible.

Fernando Jiménez Briz, activista de la Sierra y militante del PCM e IU.