Iván García y Fernando Jiménez (Militantes del Partido Comunista de Madrid y de Izquierda Unida de Moralzarzal)

Articulo de opinión de Iván García y Fernando Jiménez

La Unidad no es algo fácil, no es siquiera una finalidad en sí misma, si no un instrumento necesario para conseguir la mejora de las condiciones de la mayoría frente a un enemigo muy fuerte, muy hostil y con muchos tentáculos. Esto en un momento donde la clase trabajadora sufre recortes en todos los frentes, haciendo imposible que tenga un proyecto de vida y donde se hace más que necesario plantear una alternativa al modelo neoliberal.

La Unidad no es un pacto por arriba en un acto de precampaña, ni siquiera es la firma de una confluencia. La unidad es la lucha de aquellos que nos enfrentamos al enemigo día a día y nos reconocemos como compañeras. La Unidad está plagada de cintura con la que hay que sortear puñetazos al hígado pero que si se sortean hacen más dura esa Unidad.

Hace unos días vivimos el cese de Carlos Sánchez Mato y con esto, comentarios de todos los lados. Lo más fácil es hacer un llamamiento para el repliegue a los identarismos políticos de cada sigla, pero esa opción ya ha demostrado que no es una salida válida, ni para unas ni para otros, pero sobre todo es negativo para la mayoría de la clase trabajadora que es al fin y al cabo de lo que se trata.

Podemos abandonar los espacios de éxito que hemos construido entre todas. Los únicos espacios de victoria para la mayoría que se han construido con mucho esfuerzo, pelea y buen hacer: los espacios de confluencia electoral, fundamentalmente de las ciudades más importantes de España. Pero romper estos espacios sería la victoria real del Partido Popular, Ciudadanos y el IBEX-35 (perdón por la redundancia). Montoro no ha ido contra Carlos Sánchez Mato, Pablo Iglesias o Alberto Garzón, ha ido contra nuestras opciones de victoria, contra los únicos espacios de unidad que han ganado (aunque sea parcialmente), los que muestran cual es el camino para tomar el cielo por asalto (aunque tomar este cielo sea más pesado de lo que parecía).

Reivindicamos la Unidad como la paciencia, la mente fría ante los ataques y la necesidad de vernos ante diversos compañeros con perspectivas plurales pero con similares objetivos.

La Unidad no se forja entre botellines en una noche; se forja en luchas, en reuniones complicadas salvando diferencias sin dudar de la necesidad de seguir caminando juntas.

Abandonar el camino de la unidad es ceder ante el régimen por muy dura que sea mantener esa unidad en diferentes momentos y aquí cada uno de los que somos activistas tenemos nuestra parte de responsabilidad. Si queremos perder abandonemos el camino que nos ha hecho ganar de verdad en los municipios con las confluencias, la fuerza y la ilusión para transformarlo todo.

Ganar nunca es fácil. Mantener las victorias es complicado y por el momento sólo estamos tratando de consolidar espacios de unidad entre organizaciones y militantes procedentes de diferentes activismos. Cuando de verdad nos propongamos crear la Unidad Popular empezará la verdadera tarea titánica. Es necesario construir la Unidad desde abajo, con los colectivos sociales como protagonistas planteando una alternativa al régimen del 78.

Estamos convencidos que en nuestra Comarca se está haciendo un esfuerzo importante en este sentido. Ejemplos como el de Guadarrama o Moralzarzal y de otros municipios que están empezando a iniciar este importante camino. Ahora es el momento de redoblar la apuesta y seguir construyendo esa Unidad que tiene que ir mucho más allá de lo electoral.