La Asociación «Salvemos la Dehesa» ha emitido un manifiesto titulado «Réquiem por un Fresno» en el que denuncia la destrucción de un fresno centenario en Moralzarzal. Según la asociación, el incidente comenzó a finales del verano pasado cuando maquinaria pesada irrumpió en un Suelo No Urbanizable de Especial Protección.

Equipos de motoniveladoras, apisonadoras y camiones cargados de áridos invadieron una pequeña porción de dehesa cercana al Monte de Utilidad Pública «Dehesa Vieja y Robledillo» y el tramo final de la calle Vía del Berrocal. La parcela, conocida por sus preciosos fresnos centenarios, fue invadida a través de una puerta en la calle y otra entrada abierta específicamente para el evento, así como un roto practicado en su muro de piedra. Toneladas de áridos fueron vertidos, nivelados y apisonados por máquinas típicamente usadas en la construcción de autopistas según han denunciado.

La Asociación «Salvemos la Dehesa» acusa al equipo de gobierno de planear esta agresión a hurtadillas para instalar una macro orquesta y una macro carpa para las fiestas locales. A pesar de las súplicas de vecinos y partidos de la oposición para conservar este rincón de pasto y arbolado autóctono, las obras continuaron sin interrupciones. «Se impuso la sinrazón. Ganaron las máquinas, las orquestas y las carpas de fiesta. Ganó la apisonadora política,» expresa la asociación en su manifiesto.

Esta primavera, el mejor fresno centenario de la parcela no pudo soportar el maltrato. Sus raíces no pudieron soportar el peso, la compactación y la impermeabilidad del suelo, y el árbol murió súbitamente por falta de aporte hídrico. Aunque el fresno llegó a florecer, utilizando sus reservas internas, finalmente sucumbió durante el intento de brotar en primavera de 2024.

La asociación celebra el próximo sábado un funeral simbólico para este magnífico ejemplar centenario, que sobrevivió durante décadas hasta que una decisión política irresponsable lo condenó según explican. «¿Arboricidio involuntario? ¿Asesinato?» cuestiona la asociación, manifestando su repulsa al equipo de gobierno de Moralzarzal por el maltrato, la falta de respeto y el desprecio hacia el patrimonio natural, los vecinos defensores, la oposición y la ciencia.

«Querido gran fresno, descansa en paz,» concluye el manifiesto de «Salvemos la Dehesa».