Por Fernando Jiménez

Hace unos meses asistí a la presentación del libro «Gracias por mi vida» de Benito Rabal, un emotivo y conmovedor tributo a la vida de sus padres, Francisco Rabal y Asunción Balaguer, así como a la riqueza del mundo cultural que tanto amaron y en el que dejaron una huella imborrable.

El evento, celebrado en Madrid, contó con la presencia de destacadas personalidades del ámbito cultural, así como de vecinos y vecinas de Alpedrete, incluidos dos exalcaldes del municipio, Isidoro Aragoneses y Carlos García Gelabert.

Sin embargo, en los meses transcurridos desde entonces, me sorprendió notar la ausencia de la presentación del libro en Alpedrete, el lugar donde Francisco Rabal y Asunción Balaguer pasaron gran parte de su vida, mientras que en el resto del estado se estaban organizando presentaciones por partes organizadas por diferentes asociaciones y Ayuntamientos.

Y hace unos días saltó la noticia, el Ayuntamiento, bajo el gobierno del Partido Popular y Vox, ha decidido eliminar el nombre de la Plaza Francisco Rabal y del Centro Cultural «Asunción Balaguer», sin un debate en el pleno municipal, sin justificación sensata y de la noche a la mañana como para ocultar la decisión.

¿Por qué ha tomado esta decisión el Alcalde de Alpedrete? Sin duda por presiones de Vox, donde incluso una de sus concejalas lleva la responsabilidad de cultura. Eso sí, cambian el nombre de la plaza Francisco Rabal por el nombre de “Plaza de España”. Con mástil y bandera incluida. Faltaría más.

Francisco Rabal y Asunción Balaguer fueron figuras destacadas en la cultura española, además de ejemplos de compromiso, solidaridad y militancia política, en su caso con el Partido Comunista de España.

Tras el fallecimiento de Francisco Rabal, en el 2001, se realizó un emotivo homenaje en Alpedrete, en el que se nombró la plaza y se inauguró un busto en su honor recordando su papel en la película “Los Santos Inocentes”, un busto que en alguna ocasión ha sido ultrajado por la extrema derecha que pulula por el pueblo y que parece que también ha llegado a los despachos del Ayuntamiento de Alpedrete.

Asunción Balaguer, que rebosaba ternura por todas partes, es recordada con cariño por todos en Alpedrete, fue una presencia entrañable en el municipio, por ejemplo recuerdo como conducía uno de esos cochecitos sin carnet por el pueblo. En 2015, se le otorgó el nombre del centro cultural en un bonito homenaje, demostrando no solo el cariño de Alpedrete hacia ella también el cariño que tenía ella a Alpedrete.

En estos días, el Alcalde de Alpedrete, Juan Rodríguez, ha demostrado no solo cobardía al engañar a la familia Rabal Balaguer con falsas promesas de reconsiderar la situación, sino también sumisión política a quienes buscan manipular la cultura y la memoria de nuestro país.

Este cambio no tiene justificación alguna. La indignación que ha provocado no se trata de diferencias ideológicas, hay votantes de todos los partidos en contra de esta decisión, sino de la defensa de la memoria y la identidad cultural.

La ola de apoyos a la familia Rabal Balaguer en estos días ha sido impresionante, demostrando el cariño que se ganaron durante tantos años.

El próximo sábado 11 de mayo, tendremos la oportunidad de manifestar nuestra protesta contra esta injusticia y luchar por revertir este cambio en la concentración convocada a las 19 horas en la Plaza Francisco Rabal. No solo para que Alpedrete no sea noticia por cosas como esta , también por la memoria de Francisco Rabal y Asunción Balaguer y para evitar que situaciones similares ocurran en otras partes.

Fernando Jiménez ha sido concejal de Izquierda Unida en Alpedrete y es militante de IU y de PCE